22 diciembre 2022

Te amo, Abuelito.

 Ya no estás abuelo, tu corazón se detuvo hace un año, pero de vez en cuando, más seguido de lo que crees, tomo tecito de zacate limón y me siento a platicar contigo. Sin leche entera claro, y con azúcar, aunque merme. 

Abuelo, te extraño, tengo las plantas que me regalaste hace tiempo, la cuna de moisés que no ha muerto, aunque no sé cómo cuidarla para que floreé como tú las tenías. 

Abuelo, abue Pepe, te extraño con todo mi corazón. Te pido perdón porque me alejé en la pandemia, no sabía que te me irías. No sabes, abuelo lo que te extraño, pero como dice mi mamá, tú vives en mí, y así quiero que sea. Y no solo tú me habitas, también mi abue Chucha que no pudieron ponerse más de acuerdo que morir 11 días antes (o después) no recuerdo…pero ella habita en mí, más porque siempre supe que éramos muy parecidas…Los extraño. A ella con el olor a comino y a tí, el zacate limón. 

A ella sus bugambilias, a tí con tu árbol de zapote y los aguacates y bis Tina, la pequeñita Bis Tina, olía a vaporub todo el tiempo…ella antes de morir ya se había ido, quedaba un cuerpo pequeño y temeroso, mis viejos ya no están. Mi abuelo Pancho fue el primero en irse, el olía a vaselina o esa crema que se ponían los señores de antes, para tener un copete guapo y brillante…brillantina era, creo. 

Abue, cierro los ojos y te veo, quiero verte sonriendo y saludando a todos, tenía ganas de invitarte a que conocieras un jardín grande que tengo…Abue, te amo, Abue. Hoy te extraño muchísimo. 

Sabes, me gustaba tu casa con pisos coloridos, rojo y amarillo como ajedrez. Qué bonito, el mismo comedor de cuando niña, creo que no se necesita demasiado dinero para que uno sonría como tú lo hacías, era una decisión supongo de ver la vida porque de pronto también los monstruos te atacaban, es normal. A todos. 

Te amo, amo a mis viejitos, a mi Abue Pancho, ¡qué cuanta coca tomaba!, pero que siempre estaba guapo, y listo para refunfuñar con mi abuelita. “Mijita”, recuerdo su voz, y su manera ceremoniosa de hablar en aquel comedor de la 5 y 6 bravo, con ese espejo y esa pared de madera que me gustaba, se me hacía elegantísimo…y el pasillo del terror, que para levantarme al baño en la madrugada tenía que despertar a todos porque tenía demasiado miedo. 

De ti, Abue Pepe, tengo mi corazón lleno porque te convertiste en un compañero de mi vida de casada. Me escuchabas, te escuchaba y siempre me sentí recibida con tu amor. ¿Dónde estás, abuelito? La niña Lluvia te extraña. Dejaste la cocina con tus trastes a medio comer, y tu licuado sin terminar. ¿Dónde estás? 





31 agosto 2020

 Hace una hora ya que terminó mi cumpleaños. De todos, creo que ha sido de los que más calma me ha dado. Entre estas distancias de pandemia, no abrazos, lejanías., hoy me encuentro en el hogar de toda mi vida con mi mamá y mi papá, hoy...con Mateo a mi lado. Ayer celebramos, hoy recibimos el día calmadamente, con la simple certeza de que hoy sería un buen día por el simple y hermoso momento de estar aquí. Me hizo falta uno, pero sé que lo comprende. Este hogar se habita de silencios, pero no silencios temibles sino acolchonados, confortables, sin quedar bien o mal, solo son. Mi papá últimamente no se habita por la música sino por el silencio, mi mamá siempre imagina despierta...tal vez un viaje, un momento, tal vez brindar una buena cena o unas sábanas frescas y limpias. El amor se ve en cada habitación. Una tiene nuestras pertenencias de visitantes, otra una ventana luminosa o un patio con plantas y macetas y macetas y,  platones de colores. Hace poco me comentaron que no les gusta colgar cosas en su casa...en mi universo no es posible...cada cosa tiene significado, un recuerdo, un color. Hoy agradezco por las llamadas, los mensajes, las intenciones de comunicarse conmigo sin éxito (perdón por eso), pero los tengo presentes a todos. Unas de toda la vida aquí, otras de mi vida allá pero mía, los que forman mis memorias. Estar es y será siempre, un río inmenso de vida. 

24 octubre 2016

Despedida

Cuando estaba pequeña, viajábamos 8 horas para ver a la familia y pasar días increíbles. Al regresar, ya en la despedida se sufría dolor de pecho y  un nudo en la garganta que lo recuerdo desde que tengo memoria, es decir, desde los 6 años. Esa es la cantidad de años que le llevó a mi hermano y lo digo, porque realmente no recuerdo casi nada antes de eso, quiere decir que mi vida toma sentido desde su existencia. Y casi todo lo recuerdo con él. El regreso era mortalmente doloroso para nosotros dos. Yo no tenía empacho en llorar y que todo mundo me viera hacerlo, a veces no podía ni despedirme de ellos. Pero mi hermano, de 3 años lo recuerdo encontrando en mi, la excusa perfecta para llorar por algo "que yo le hice" y de ahí tomar valor para llorar de pena hasta quedarse dormido.

...Hoy, se van los primitos de Mateo, estuvieron tres días inseparables, él sabe vivir la vida aprovechando el amor y el momento. Nada interfirió en ellos, en su entusiasmo, su emoción y es, hermoso vivirlo de cerca.

Hasta hace una hora que se despidieron, todo comenzó a convertirse en caos. Todo reventó y entonces, me pregunté: porqué a él también le tocará? Porque?
Su llanto era una protesta, un disparo de frustración, de impotencia, nada existía para consolarlo.

Se hizo de todo, nos paramos de cabeza, intentamos eco tentamos y en un momento en que no pudimos más,  me senté detrás de él y le dije, sabes, yo te entiendo, sufrí lo mismo que tú y se lo que se siente.
Hubo silencio...

Sé que me escuchó, lo sé. Me dolió el pecho. 






06 junio 2016

Tengo en este espacio de aproximadamente 3 metros y algo por 2 y poquito, 3 cajas grandes de telas sin usar (según cojines futuros), tengo pedazos de piel, tengo acuarelas, oleos y acrílicos con brochas y pinceles, una máquina de coser con su cajón de hilos y etc., tengo 3 cámaras con lentes, y sus accesorios algo viejos, tengo unos radios para video, tengo libros ya leídos y los que no, tengo lienzos sin terminar y ahora estoy en redes sociales frente al monitor. He trabajado bastante, di clases y estudié mientras lograba mi propio reconocimiento, ahora nada de lo anterior…
No pinto, no doy clases, no tomo fotos, leo menos, estoy mas en la computadora en este poco tiempo que tengo para trabajar y corro y me baño y salgo por mi pequeño príncipe y trato de evitar el celular lo posible para abrir los ojos y el corazón a él…Ahora trato de tener un  huerto pero debería ser la experta en foto y ya, o la de pintura, o la de textil, o qué, de diseño (ese no lo suelto)? o soy todo o nada?? ahora estoy en redes sociales y blogs, y videos y descargo Apps y tutoriales y bla.
¿Dejo de intentar?

¡Hoy me siento exhausta!


21 octubre 2015

Hoy, 
Mateo me abraza y dice:
       "Te Quiero, mamá" y yo...
                   ................................................ .


27 septiembre 2015

NOStalgia







Las personas no se habitúan a la nostalgia, parece una malestar al que huyen sin tapujos.
Yo nací con ella, aprendí a llevarla, a superar la lejanía y la cercanía excesiva.
El recuerdo a veces me abruma, la necesidad me mantiene, me perturba, me define.
No puedo pelear con ella si yo soy recuerdo, memoria, nostalgia.